La campaña de las españolas fue perfecta, ganando a todos sus ocho juegos y clasificándose con 25 goles hechos y apenas dos sufridos. Los correos de las futbolistas sugerían un grave conflicto interno pero no explicitaban cuáles eran los hechos concretos por los que protestaban. Tras los correos, la reacción de Rubiales fue muy crítica con las futbolistas y, por contra, camisetas de fútbol shop de respaldo a Vilda. Semanas antes, un grupo de futbolistas ya había trasladado a la Federación su malestar con el seleccionador, Jorge Vilda. En un comunicado, la Federación aseguraba que no permitiría que las jugadoras cuestionaran la continuidad del entrenador y de su equipo, “pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias”.





